El que se enamora no lo nota, pero al poco tiempo se vuelve idiota.
Los
dos fuimos muy estúpidos al cambiar nuestra amistada a un romance. No es que no nos quisiéramos, al
contrario yo creo que nos queríamos demasiado. Pero por alguna razón no
funcionó, y pasamos de amigos a novios y de novios a enemigos, definitivamente
del amor al odio hay un simple paso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario